Nanola, el plumón de águila

Pueblo Kwakwaka’wakw ‘Namgis – Canadá

 

En el principio del tiempo, cuando todavía todo era uno, todas las cosas dependían de todas las demás. Fue una época de armonía, pues había paz en todas partes y todo el mundo sabía cuál era su lugar.

En lo más alto de las montañas vivía la descomunal bestia de la naturaleza, Gilalasi, el lobo gigante, y de él nacieron cuatro hijos mágicos: primero dos varones, después una hija y, finalmente, Nanola, el hijo más pequeño.

A los cuatro les encantaba jugar con una hermosa bola de cristal, que tomaban de la cima de una montaña con la cúspide en forma de cuenco. Naturalmente, el hermano mayor, que era el más fuerte, ganaba siempre. Pero un día perdió la partida con Nanola, su hermano pequeño, que superó en astucia a su hermano mayor. Furioso por la derrota, transformó a Nanola en un plumón de águila, y sopló con tanta fuerza aquella gran nube de plumón que recorrió los aires de todo el mundo. En cada lugar en que el plumón de águila tocaba el suelo, por ejemplo, en forma de nieve, aparecía un nuevo pueblo, con una lengua diferente y tradiciones distintas cada vez. Y así vinieron a la vida el pueblo salmón, el pueblo colibrí, las águilas, los osos y todos los demás pueblos que ahora moran en la tierra.

Éste es el motivo por el cual todos los seres vivos en nuestro planeta están relacionados, porque todos venimos del plumón de águila que una vez fue Nanola. Ésta es la razón por la que todos estamos conectados y tenemos que responsabilizarnos unos de otros.

 

Adaptación de Walas (Gerben van Straaten) (2021).

Bajo licencia Creative Commons CC BY-NC-SA.

 

Comentarios

Al Pueblo Kwakwaka’wakw se le ha dado en repetidas ocasiones el nombre de Pueblo Kwakiutl, cuando, en realidad, los kwakiutl son una tribu perteneciente al Pueblo Kwakwaka’wakw. Este error proviene de los primeros antropólogos (especialmente, Franz Boas) que estudiaron a los kwakwaka’wakw, debido a que los primeros de este pueblo a los que se encontraron fue a los kwakiutl. Sin embargo, el nombre kwakwaka’wakw es más inclusivo, pues contiene a todas las tribus que se hallan bajo la identidad cultural y de lengua kwak’wala.

Esta adaptación no está hecha por un miembro del Pueblo Kwakwaka’wakw ni tampoco por algún otro miembro de una cultura hermana, que es lo que intentamos siempre en The Earth Stories Collection para no incurrir en el error de la apropiación cultural. Tanto el adaptador de esta historia, Walas (Gerben van Straate), como Irma Verhoeven, que es quien nos ha cedido esta adaptación, son de origen neerlandés. Sin embargo, ambos fueron culturalmente «adoptados» por sendas familias ‘Namgis, familias que tienen derechos sobre este mito de la creación Kwakwaka’wakw. Es por ello que disponen del permiso de la familia ‘Namgis para difundir este antiguo relato. En cualquier caso, presentamos nuestros respetos y damos las gracias al Pueblo Kwakwaka’wakw, y en concreto a la Nación ‘Namgis, por el permiso concedido para compartir su ancestral historia con el resto de la humanidad.

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En varias ocasiones hemos comentado en esta Colección que los pueblos tradicionales son la mayor garantía de preservación de los ecosistemas en todo el mundo (Raygorodetsky, 2018). Sin embargo, en multitud de ocasiones, sus luchas por la conservación de los ecosistemas de sus territorios pasan desapercibidas para la opinión pública mayoritaria por no recibir la debida atención mediática. Evidentemente, para los medios de comunicación de masas, normalmente situados en entornos urbanos y controlados por estructuras de poder de la etnia y cultura dominantes en el mundo, no van a mostrarse muy interesados en ecosistemas y, mucho menos, en las luchas de los pueblos tradicionales. Y no han hecho una excepción en el caso del Pueblo Kwakiutl.

El 12 de septiembre de 2007, la Nación Kwakiutl del Pueblo Kwakwaka’wakw se manifestaba ante la Legislatura de la Columbia Británica, en Canadá, para protestar por el acuerdo secreto sobre territorios que el gobierno provincial había hecho con la corporación maderera Western Forest Products. Los kwakiutl acusaban al gobierno de haber roto los Tratados Douglas de 1851, firmados cuando la Isla de Vancouver, territorio ancestral de los kwakiutl, era una colonia británica bajo el reinado de la reina Victoria. Estos tratados protegen desde entonces el Título de Propiedad Colectiva y los Derechos del Pueblo Originario Kwakiutl (Wonders, 2007).

Una vez más en la historia de las Américas, los gobiernos coloniales pasaban por encima de los tratados que ellos mismos habían firmado con el fin favorecer a una gran empresa que codiciaba los territorios y los recursos de los pueblos originarios.

Durante la década de 1990, los bosques del territorio kwakiutl habían estado protegidos por una moratoria impuesta por el Pueblo Kwakiutl, moratoria que ninguna corporación se atrevió a vulnerar. Pero, a principios de 2007, la Ley Forestal de la Columbia Británica sufrió una enmienda que abría una vía insidiosa para que la industria maderera obtuviera control sobre los codiciados territorios de los pueblos originarios.

Bajo el falso disfraz de la consulta y la acomodación, Western Forest Products ha sacado adelante su propia agenda, que culminó con el sorprendente anuncio el 31 de enero de 2007 con respecto a 28.283 hectáreas en el norte de la isla de Vancouver – incluidas en torno a 14.000 hectáreas de territorio kwakiutl. (ibid.)

Al parecer, las compañías madereras de la zona sobornaron a algunos miembros de la comunidad kwakiutl nombrándoles «coordinadores» de su pueblo y designándolos como «negociadores» que estaban colaborando con la industria maderera y con el gobierno provincial, aunque tales «coordinadores» en ningún momento habían informado de sus negociaciones al resto de la comunidad kwakiutl.

Merced a aquel falso acuerdo, la industria maderera se puso manos a la obra para arrasar miles de hectáreas de bosques, entre los cuales se encontraban bosques antiguos de un valor biológico incalculable y de un profundo significado cultural para los kwakiutl, con cedros rojos de entre 700 y 1.000 años de edad, verdaderos Árboles Madre (véanse a este respecto las investigaciones de la doctora Suzanne Simard, profesora de Ecología Forestal de la Universidad de la Columbia Británica).

Por desgracia, las protestas de la Nación Kwakiutl no fueron escuchadas por los gobernantes de la Columbia Británica, a pesar de que, como señalaron los indígenas posteriormente, en 2014, «El Pueblo Kwakiutl nunca hemos cedido, renunciado o abandonado en modo alguno los títulos y derechos aborígenes sobre nuestros territorios tradicionales», títulos y derechos reconocidos y protegidos por la Sección 35 del Acta Constitucional de 1982,

que reconoce nuestra ocupación de los territorios antes de la declaración de soberanía británica y afirma nuestros derechos al uso y ocupación exclusivos de la tierra y a elegir los usos que se le pueden dar. Estos derechos constitucionales se aplican en todos nuestros territorios tradicionales. (Wu, Watts y Carpendale, 2014a)

La industria maderera y los políticos de la Columbia Británica siguieron haciendo caso omiso a las reivindicaciones de los kwakiutl, a pesar de que, hacia 2021, el Sierra Club de la Columbia Británica estimaba que cada año se estaban talando en esta región más de 140.000 hectáreas de bosques antiguos, provocando un daño irreparable a los ecosistemas.

¿Cómo respetar los intereses ecológicos y culturales de un pueblo minoritario en un mundo dominado por los mercados, cuando el sector maderero proporciona más de un cuarto de las exportaciones totales de la Columbia Británica, generando en 2019 en torno a 11.900 millones de dólares, creando más de 50.000 puestos de trabajo? Y, para mayor escarnio, de esa inmensa fortuna el Pueblo Kwakiutl no recibía ni un céntimo en compensaciones. (Oudshoorn, 2021)

De nada sirvieron las declaraciones de la Western Forest Products señalando que disponían de políticas que minimizaban el impacto medioambiental en sus operaciones, ni tampoco la promulgación por parte del gobierno de la Columbia Británica de la Old Growth Strategic Review (OGSR) (Revisión Estratégica de Bosques Antiguos), titulada A New Future for Old Forests (Un nuevo futuro para los bosques antiguos), por la cual establecían unas recomendaciones para la gestión de los bosques y la protección de los ecosistemas de los bosques ancestrales.

En 2022, el Jefe Hereditario Kwakiutl David Knox, harto del ninguneo al que se estaba sometiendo a su pueblo desde la administración pública canadiense y desde el mundo corporativo, señaló que:

[Las empresas madereras] Se están aprovechando de nuestra comunidad, destruyendo nuestros últimos bosques antiguos, guaridas de osos, árboles modificados culturalmente y cuencas salmoneras con la ayuda del gobierno de la Columbia Británica. (River Voices, 2022)

Y añadía, en una carta dirigida al Ministerio de Bosques de Canadá y firmada por otros 15 miembros del Consejo de Jefes Hereditarios y de Matriarcas de la Nación Kwakiutl:

El quid de la cuestión es el simple hecho de que nunca se ha consultado ni compartido información básica con los miembros del Pueblo Kwakiutl, con nuestros Jefes Hereditarios ni las Matriarcas de nuestra tribu. Este acuerdo se negoció y firmó en secreto, sin el consentimiento previo, libre e informado de los verdaderos administradores de nuestras tierras y territorio. Por lo tanto, se han violado las leyes de la Columbia Británica y las leyes de la Nación Kwakiutl. (Olsen, 2023)

Todo esto mientras Lemare Group, una de las empresas subcontratadas para perpetrar este desastre ecológico, afirma en la portada de su página web que «Lemare es una empresa comprometida con la seguridad, la sostenibilidad y la gestión responsable de los recursos»; la hipocresía y la ausencia total de ética a la que nos tienen acostumbrados las grandes corporaciones cuando ven un suculento negocio. Business as usual.

En el momento de escribir este libro (febrero de 2024), las corporaciones madereras y el gobierno provincial de la Columbia Británica siguen violando la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, que, no por casualidad, votaron en contra los gobiernos de Australia, Canadá, Estados Unidos y Nueva Zelanda. Mientras tanto, la deforestación está provocando desprendimientos de tierras, cenagales y derribos de árboles, enviando escombros al río Cluxewe, un hábitat crítico para el desove del salmón, y los gobernantes hablan de «reconciliación» con los pueblos originarios, «reconciliación con aquellos que les dan la razón» (Olsen, 2023).

 

Fuentes

No hemos encontrado ninguna versión de este mito de la creación del Pueblo Kwakiutl en Internet, por lo que existen muchas posibilidades de que contemos aquí con una primera adaptación hecha pública para beneficio de toda la humanidad. En cuanto a las referencias de la sección de Comentarios,

  • Olsen, A. (2023 Abr 17). Broken promises – When will the BC NDP suspend logging activity in Kwakiutl territory? Adam Olsen blog. Disponible en https://adamolsen.ca/2023/04/broken-promises-when-will-the-bc-ndp-suspend-logging-activity-in-kwakiutl-territory/
  • Oudshoorn, K. (2021 Ene 2). 2021 could mark a turning point for the logging of old growth trees in B.C. Canadian Broadcasting Corporation. Disponible en https://www.cbc.ca/news/canada/british-columbia/logging-bc-environment-trees-conservation-1.5853280
  • Raygorodetsky, G. (2018). Indigenous peoples defend Earth’s biodiversity – but they’re in danger. National Geographic. Disponible en https://www.nationalgeographic.com/environment/article/can-indigenous-land-stewardship-protect-biodiversity-
  • River Voices (2022 Dic 13). Kwakiutl Chiefs raise alarm over old growth logging, UNDRIP violations. YouTube, https://youtu.be/toGuACC-oCo?si=UM7G0fLad7Y9nAzV
  • Vanisle.News Staff (2023). Kwakiutl standing against ‘secret’ forestry deal to log old growth. NorthIsle.News. Disponible en https://northisle.news/kwakiutl-standing-against-secret-forestry-deal-to-log-old-growth/
  • Wilderness Committee (2023 Dic 1). BC Timber Sales: A government agency out of control. Disponible en https://storymaps.arcgis.com/stories/f0ce837ed7f04526bcc179d77ba4e289
  • Wonders, K. (2007). Kwakiutl protests. First Nations. Disponible en http://www.firstnations.de/forestry/kwakiutl_protest.htm
  • Wu, K.; Watt, T. J. y Carpendale, H. (2014a Feb 23). Kwakiutl protest logging. Ancient Forest Alliance. Disponible en https://ancientforestalliance.org/kwakiutl-protest-logging/
  • Wu, K.; Watt, T. J. y Carpendale, H. (2014b Feb 24). Photo gallery: Kwakiutl First Nation protest Island Timberlands Logging. Ancient Forest Alliance. Disponible en https://ancientforestalliance.org/new-photo-gallery-kwakiutl-first-nation-protest-island-timberlands-logging/

 

Texto asociado de la Carta de la Tierra

Preámbulo: Responsabilidad universal.- Todos compartimos una responsabilidad hacia el bienestar presente y futuro de la familia humana y del mundo viviente en su amplitud.

 

Otros fragmentos de la Carta que puede ilustrar

Preámbulo: Para seguir adelante, debemos reconocer que, en medio de la magnífica diversidad de culturas y formas de vida, somos una sola familia humana y una sola comunidad terrestre con un destino común.

Preámbulo: Responsabilidad universal.- Para llevar a cabo estas aspiraciones, debemos tomar la decisión de vivir de acuerdo con un sentido de responsabilidad universal, identificándonos con toda la comunidad terrestre, al igual que con nuestras comunidades locales.

Principio 1a: Reconocer que todos los seres son interdependientes y que toda forma de vida tiene valor, independientemente de su utilidad para los seres humanos.

El camino hacia adelante: [El proceso] requiere también de un nuevo sentido de interdependencia global y responsabilidad universal.