Berba de las tres hermanas

Tradición celta – Irlanda

 

Desde la misma aurora de la humanidad, Berba os ha estado susurrando a los pueblos de sus orillas, trayéndoos los relatos de las tierras, los ríos y las vidas que se entremezclan con sus corrientes. Durante generaciones, su voz ha sido una presencia constante, una presencia orientadora, observadora y testimonial del transcurso del tiempo.

En los tiempos de nuestros antepasados, el agua no era sólo un elemento, sino un puente sagrado hacia otras esferas, un portal hacia el conocimiento oculto y los poderes de otros mundos. Los grandes ríos de Irlanda, creían ellos, no tienen su origen en el mundo cotidiano, sino en una única fuente, un manantial encantado: el manantial del conocimiento de Conla. Esta fuente sagrada era la cuna de la sabiduría y estaba rodeada por nueve avellanos sagrados. Sus ramas se curvaban con el peso de unas avellanas carmesíes, cada una de las cuales contenía la totalidad del conocimiento humano, una sabiduría que estaba más allá del alcance de los mortales.

Cuando estas avellanas maduraban y caían en las frías aguas del manantial, se las comían los salmones que nadaban en ellas, convirtiéndose así en portadores de la sabiduría del mundo. Todo el conocimiento que llevaban consigo estos peces recorría las arterias de Erin, dando vida a sus ríos, conectando el mundo físico con el espiritual como las venas en el cuerpo. Se dice que quienquiera que capturara uno de esos salmones del conocimiento y probara su carne se le concedería una comprensión sin medida, pudiendo entender las verdades del universo.

Desde el manantial de Conla fluían siete ríos sagrados, cada uno de los cuales no sólo llevaba agua, sino también las historias, o scéalta, de los antiguos espíritus de la tierra. Entre aquellas historias hay una de gran importancia, según la cual el Dagda, dios guerrero e hijo de Danu, se embarcó en una cacería a través de los ríos del Otro Mundo. ¿Su presa? Tres nutrias, escurridizas y rápidas, que se deslizaban por los ríos como sombras. La persecución fue implacable, llevando finalmente al Dagda hasta el mismo umbral de Tír na nÓg, el legendario país de la eterna juventud. Cuando emergieron del montículo de los elfos, las nutrias se transformaron ante sus ojos, despojándose de sus formas y convirtiéndose en la esencia misma de los ríos Berba, Siur y Eoir.

Estas tres hermanas, nacidas en el Otro Mundo y bendecidas con el poder de las aguas, se separaron en el manantial de Conla. A partir de allí, cada una de ellas recorrió por su cuenta el corazón de Irlanda, serpenteando en sus senderos a través de bosques antiguos custodiados por los grandes pulmones del Serbal, el Acebo, el Espino Blanco y el Avellano, así como por el Gran Roble, que se levantaban como centinelas sobre sus cursos, protegiendo la corriente de la vida que los ríos transportaban. Las hermanas atravesaron valles, colinas y llanuras, cada una siguiendo la ruta que tenía destinada, nutriendo con sus aguas la tierra y la vida que dependía de ellas.

Berba, la mayor de las tres, fue la que más lejos viajó buscando a sus hermanas. Su curso la llevó a través de las vastas extensiones de Erin, y se convirtió en algo más que un río: se sumergió en las memorias de la tierra. A través de su flujo firme y silencioso, Berba vio el esplendor y la caída de tribus, los triunfos de los guerreros, la creación de los mitos y la devastación de la vida silvestre. Ella fue testigo de los actos, buenos y malos, de todos aquellos que vivieron junto a ella. Sus aguas absorbieron la sabiduría de la tierra, convirtiéndose así en un testigo silencioso, pero siempre presente.

Los ríos de Irlanda, como Berba, son mucho más que cursos de agua, son vínculos vivos entre el pasado, el presente y el futuro. Ellos recuerdan lo que nosotros hemos olvidado, conservan la sabiduría que buscamos y portan en sí el potencial de lo que tiene que venir. El viaje de Berba la ha llevado desde el manantial de Conla hasta los confines de Erin, pero ella siempre regresa para abrazar a sus hermanas, uniéndose a ellas una vez más en el estuario que comparten, donde los ríos se funden con el mar.

Ahora, Berba todavía susurra sus palabras a aquellos que están dispuestos a escucharla. Ella prosigue su eterno viaje, observando, esperando y portando el conocimiento de todos cuantos han vivido en sus orillas. Pero su historia, y la historia de todos los ríos de Irlanda, depende de nosotros. Si escuchamos su sabiduría y protegemos la tierra y las aguas que nos sustentan, Berba continuará siendo testigo del futuro. Pero, si la olvidamos, quizás su voz guarde silencio algún día, y se pierda así el conocimiento de tantas eras.

De nosotros depende la protección de Berba y sus hermanas, para que salvaguarden la comunidad de vida que ellas sustentan, para que la sabiduría de los ríos siga fluyendo durante generaciones.

El murmullo de Berba aún resuena.

 

Adaptación de Angelina Foster, Emily Rainsford and Ciara O’Keeffe (2024).

Bajo licencia Creative Commons CC BY-NC-SA.

 

Comentarios

Esta adaptación la han realizado las personas que intentan mitigar la crisis climática y de extinción desde Blueway Art Studio,[1] un proyecto radicado en Athy, Irlanda, y dirigido por Angelina Foster. Este proyecto busca preservar el legado celta de Irlanda a través del arte, la participación y la animación social, creando redes y estableciendo vínculos para la construcción de una sociedad sostenible.

Dentro de este trabajo, han puesto en marcha una iniciativa denominada Future Ancestor Project, con la que pretenden transformar la visión del mundo y los estilos de vida de su comunidad y reconectarla con su territorio a través del folklore del Río Barrow para que la gente se responsabilice por la comunidad de vida que les rodea.

Para este trabajo recurren, entre otras cosas, a las historias, y concretamente a los viejos mitos celtas de la zona, donde destaca Berba, Diosa del Río Barrow. En relación con este río, Angelina Foster comenta:

El río Barrow está designado en su totalidad como Zona Especial de Conservación en virtud de la Directiva de Hábitats de la Comisión Europea. Estos lugares se denominan colectivamente como espacios Natura 2000. Al Río Barrow se le conoce como una de Las Tres Hermanas, siendo las otras dos el Río Suir y el Río Nore. El Barrow es el más largo de los tres ríos, con 192 km de longitud, y es el segundo río más largo de Irlanda, sólo por detrás del Río Shannon. Los nombres antiguos de Las Tres Hermanas son Berba, Siur y Eoir. El Barrow en nuestra lengua nativa es An Bhearú, que significa «hervir», y se deriva de otra historia de nuestro folklore. El Río Barrow es un río de corriente lenta, de ahí que se le conozca como el de las aguas silenciosas, y es un río que acoge buenos salmones.

Y en lo referente a las nutrias, forma original de las diosas fluviales, Foster explica:

  La nutria es un espíritu animal muy apropiado para las tres hermanas. Las nutrias viven en los ríos y en el mar, lo cual es un fiel reflejo del viaje de las hermanas hacia el mar. En irlandés, nutria se traduce como Madra Uisce, que significa «perro de agua», o como An Dobharchú, que significa «sabueso de agua». En nuestro folklore hay muchas historias de Dobharchú, el rey Nutria, una nutria gigante mítica o monstruo lacustre que mora en los lagos de Irlanda y Escocia.

Irlanda ha sido considerada durante mucho tiempo un bastión de la nutria. Sin embargo, estudios recientes muestran que ya no está tan extendida como antes. Durante la segunda mitad del siglo XX se produjeron reducciones drásticas en muchas poblaciones europeas de nutrias. Como consecuencia de ello, esta especie se extinguió en varios países. Aunque los esfuerzos de conservación han conseguido invertir la tendencia en algunos países, la nutria sigue estando amenazada o es rara en muchos otros.

 

Gracias a Angelina Foster, Emily Rainsford and Ciara O’Keeffe por cedernos la adaptación de este mito celta, y también a la doctora Cathy Fitzgerald de Haumea Ecoversity.com, que compartió la Carta de la Tierra y la Colección de Historias de la Tierra como parte de la formación en alfabetización ecológica para profesionales creativos, dentro del programa de compromiso creativo ‘Gnáthóga Nádúrtha | Natural Habitats del Consejo Irlandés de las Artes y las autoridades locales de los tres condados de Carlow, Kildare y Meath. Gracias por habernos puesto en contacto y buscar vías para alimentar de relatos The Earth Stories Collection.

 

[1] Para contactar, Blueway Art Studio. Website: https://bluewayartstudio.ie/ email: Hello@bluewayartstudio.ie

 

Fuentes

  • Foster, A; Rainsford, E. y O’Keeffe, C. (2024). Berba of the 3 Sisters. Comunicación personal, 25 Octubre 2024.

 

Texto asociado de la Carta de la Tierra

Principio 4a: Reconocer que la libertad de acción de cada generación se encuentra condicionada por las necesidades de las generaciones futuras.

 

Otros fragmentos de la Carta que puede ilustrar

Preámbulo: En torno a este fin, es imperativo que nosotros, los pueblos de la Tierra, declaremos nuestra responsabilidad unos hacia otros, hacia la gran comunidad de la vida y hacia las generaciones futuras.

Preámbulo – La Tierra, nuestro hogar: La capacidad de recuperación de la comunidad de vida y el bienestar de la humanidad dependen de la preservación de una biosfera saludable, con todos sus sistemas ecológicos, una rica variedad de plantas y animales, tierras fértiles, aguas puras y aire limpio.

Principio 2b: Afirmar, que a mayor libertad, conocimiento y poder, se presenta una correspondiente responsabilidad por promover el bien común.

Principio 4b: Transmitir a las futuras generaciones valores, tradiciones e instituciones, que apoyen la prosperidad a largo plazo, de las comunidades humanas y ecológicas de la Tierra.

Principio 5e: Manejar el uso de recursos renovables como el agua, la tierra, los productos forestales y la vida marina, de manera que no se excedan las posibilidades de regeneración y se proteja la salud de los ecosistemas.

Principio 8b: Reconocer y preservar el conocimiento tradicional y la sabiduría espiritual en todas las culturas que contribuyen a la protección ambiental y al bienestar humano.

Principio 9a: Garantizar el derecho al agua potable, al aire limpio, a la seguridad alimenticia, a la tierra no contaminada, a una vivienda y a un saneamiento seguro, asignando los recursos nacionales e internacionales requeridos.