De cómo el Anciano hizo a la Mujer-Tierra

Pueblo Nlaka’pamux Nicola – Canadá y Estados Unidos 

 

Hace mucho tiempo, antes de que se formara el mundo, vivían juntas varias personas. Eran las Estrellas, la Luna, el Sol y la Tierra. La Tierra era una mujer, y su marido era el Sol. La Mujer-Tierra siempre encontraba defectos a su marido, y era desagradable con él. Le decía que era repugnante y feo, y que era demasiado caliente. Con todo, tuvieron varios hijos. Pero, al final, el Sol se terminó molestando con tantas quejas y la abandono. Y la Luna y las Estrellas, que eran familia del Sol, también la dejaron y se fueron adonde el Sol había hecho su morada.

Cuando la Mujer-Tierra vio que su marido y sus amigos la habían abandonado, se puso muy triste, y lloró mucho. Entonces apareció el Anciano y transformó al Sol, la Luna y las Estrellas en esos que ves en el cielo actualmente, y los puso a todos de tal manera que tuvieran que mirar a la Mujer-Tierra, y también que ella tuviera que mirarlos a ellos. Y el Anciano dijo:

—A partir de ahora ya no vais a abandonar a nadie ni os vais a esconder, sino que os vais a quedar allí donde podáis ser vistos siempre, de noche o de día. A partir de ahora miraréis ahí abajo a la Tierra.

Y entonces transformó a la mujer en la actual Tierra. Su cabello se convirtió en árboles y hierba; su carne, en arcilla; sus huesos, en las rocas; y su sangre, en manantiales de agua. Y el Anciano dijo:

—A partir de ahora tú serás la Tierra, y la gente vivirá sobre ti y pisarán tu vientre. Tú serás como su madre, pues de ti surgirán los cuerpos y a ti regresarán. La gente vivirá como en tu seno y dormirá en tu regazo. Se alimentarán de ti, porque eres gorda; y utilizarán todas las partes de tu cuerpo. Y no llorarás más cuando veas a tus hijos.

Después de esto, la Tierra dio a luz a las personas, que eran muy parecidas en su forma a nosotros; pero no sabían nada, y no necesitaban de comida, ni necesitaban beber. No tenían apetitos, deseos, conocimientos ni pensamientos. Entonces, el Anciano recorrió el mundo y estuvo con las personas, dándoles apetitos y deseos, y haciendo que apareciera todo tipo de pájaros y peces, a los cuales les dio nombres y les atribuyó determinadas posiciones y funciones.

El Anciano le dijo a la gente:

—Allí donde veáis saltar a los peces, encontraréis agua para beber. Os quitará la sed y os mantendrá con vida.

(…) También les dijo cómo cocinar y comer salmón y otros alimentos, y les mostró el tabaco y la piedra para construir pipas, y les dijo cómo debían fumar. También les enseñó las relaciones entre los sexos, cómo mantener relaciones sexuales y cómo dar a luz a los hijos.

Y, cuando terminó de enseñarles, se despidió de ellos diciendo:

—Ahora, me voy; pero si olvidáis alguna de las artes que os he enseñado, o si estáis angustiados y necesitáis de mi ayuda, volveré de nuevo hasta vosotros. El Sol es como vuestro padre, y la Tierra como vuestra madre. Cuando muráis, regresaréis al cuerpo de vuestra madre. Se os cubrirá con su carne como una sábana, bajo la cual vuestros huesos descansarán en paz.

 

Adaptación de un narrador nlaka’pamux nicola, registrada por James Teit (1912).

Dominio Público

 

Comentarios

No sabemos quién fue exactamente el narrador nlaka’pamux que le relató este mito de la creación a Teit, pero poco después, al final de otro mito similar del Anciano, de Old-One, Teit (1912) escribió:

El narrador de esta historia era un chamán llamado Nkamtcinê’łx, perteneciente a los Sulũ’s, y probablemente de unos setenta años de edad. (…) Otros ancianos que tenían cuentos particulares fueron Tcuiè’ska de Nicola, (…) y Ye’luska de Spences Bridge. (p. 324)

Así pues, es possible que el narrador del relato que incluimos aquí en The Earth Stories Collection sea el tal Tcuiè’ska de Nicola.

Al Pueblo Nlaka’pamux se les conocía anteriormente como los Indios Thompson o los Salish del Río Thompson. Los nlaka’pamux nicola, es decir, los nlaka’pamux del valle del río Nicola, se refieren a sí mismos como los scw’exmx y hablan un dialecto distinto de la lengua Thompson. Junto con los spaxomin, que es una rama del Pueblo Okanagan, que viven en el curso alto del río Nicola, forman colectivamente lo que ahora conocemos como el Pueblo Nicola.

Según el censo de población de Canadá del año 2016, el Pueblo Nlaka’pamux cuenta con tan solo 3.105 miembros (Nlaka’pamux, 2024).

 

Fuentes

  • Teit, J. (1912). Old-One and the Earth, Sun, and People. En Mytholoy of the Thompson Indians (pp. 321-322). Leiden & New York: E. J. Brill & G. E. Stechert.
  • Nlaka’pamux (2024, Nov 22). En Wikipedia https://en.wikipedia.org/wiki/Nlaka’pamux

 

Texto asociado de la Carta de la Tierra

Preámbulo – La Tierra, nuestro hogar: La Tierra, nuestro hogar, está viva con una comunidad singular de vida. Las fuerzas de la naturaleza promueven a que la existencia sea una aventura exigente e incierta, pero la Tierra ha brindado las condiciones esenciales para la evolución de la vida.

 

Otros fragmentos de la Carta que puede ilustrar

Preámbulo: Para seguir adelante, debemos reconocer que, en medio de la magnífica diversidad de culturas y formas de vida, somos una sola familia humana y una sola comunidad terrestre con un destino común.

Preámbulo – La Tierra, nuestro hogar: La protección de la vitalidad, la diversidad y la belleza de la Tierra es un deber sagrado.

Preámbulo – Responsabilidad universal: Para llevar a cabo estas aspiraciones, debemos tomar la decisión de vivir de acuerdo con un sentido de responsabilidad universal, identificándonos con toda la comunidad terrestre, al igual que con nuestras comunidades locales.

Principio 1: Respetar la Tierra y la vida en toda su diversidad

Principio 4: Asegurar que los frutos y la belleza de la Tierra se preserven para las generaciones presentes y futuras.

Principio 5: Proteger y restaurar la integridad de los sistemas ecológicos de la Tierra, con especial preocupación por la diversidad biológica y los procesos naturales que sustentan la vida.