Los cuatro colores

Pueblo Hopi – Estados Unidos de América

 

Hubo un ciclo del mineral, de las rocas. Hubo un ciclo de las plantas y ahora estamos en el ciclo de los animales … llegando al final de ese ciclo y al comienzo del ciclo de los seres humanos. Cuando entremos en el ciclo de los seres humanos, se nos entregarán los más grandes y elevados poderes que tenemos. Se liberarán en esa luz o alma que llevamos en la mente. Pero ahora mismo estamos llegando al final del ciclo animal, y nos hemos investigado y hemos aprendido lo que significa ser como un animal en esta tierra.

En los comienzos de este ciclo temporal, hace mucho tiempo, el Gran Espíritu bajó, se apareció y reunió a los pueblos de esta Tierra –dicen que en una isla que ahora está bajo las aguas– y dijo a los seres humanos:

—Voy a enviaros en las cuatro direcciones y, con el tiempo, os voy a cambiar en cuatro colores, pero os voy a dar algunas enseñanzas a las que llamaréis Enseñanzas Originales. Y, cuando volváis a reuniros, las compartiréis para que podáis vivir y podáis tener paz en la Tierra, y una gran civilización emergerá.

Y dijo:

—Durante este ciclo de tiempo, os voy a dar a cada uno dos tablillas de piedra. Cuando os entregue esas tablillas de piedra, no las arrojéis al suelo. Si alguno de los hermanos y hermanas de las cuatro direcciones y los cuatro colores arroja sus tablas al suelo, no sólo lo pasarán mal los seres humanos, sino que la misma Tierra estará a punto de morir…

Y por eso nos dio a cada uno de nosotros una responsabilidad que llamamos la Custodia. Al pueblo indio, al pueblo rojo, le dio la Custodia de la Tierra. Debíamos aprender durante este ciclo de tiempo las enseñanzas de la tierra, las plantas que crecen de la tierra, los alimentos que se pueden comer y las hierbas curativas, para que, cuando volviéramos a reunirnos con los otros hermanos y hermanas, pudiéramos compartir este conocimiento con ellos. Algo bueno iba a ocurrir en la tierra.

Al Sur, otorgó a la raza amarilla la Custodia del Viento. Debían aprender acerca del cielo y la respiración, y cómo llevar eso dentro de nosotros mismos para el desarrollo espiritual. Debían compartirlo con nosotros en este momento.

Al Oeste, le dio a la raza negra la Custodia del Agua. Debían aprender las enseñanzas del agua, que es el principal de los elementos, el más humilde y el más poderoso. (…)

Al Norte, le dio a la raza blanca la Custodia del Fuego. Si miras al centro de muchas de las cosas que hacen encontrarás el fuego. (…) El fuego consume, y también mueve. Por eso fueron los hermanos y hermanas blancos quienes empezaron a moverse sobre la faz de la tierra y a reunirnos como familia humana.

Y así pasó mucho tiempo, y el Gran Espíritu dio a cada una de las cuatro razas dos tablillas de piedra. (…)

Así que pasamos por este ciclo de tiempo y cada una de las cuatro razas fue hacia su dirección y aprendieron sus enseñanzas.

 

Adaptación de Lee Brown, miembro de la Nación Cheroqui y del Clan del Lobo (1986).

Bajo licencia Creative Commons CC BY-NC-SA.

 

Comentarios

Lee Brown, adaptador de este mito hopi y miembro de la Nación Cherokee, es un experto en educación emocional de la Universidad de la Columbia Británica. Ha sido director del Instituto Aborigen de la Salud y del Programa Doctoral Indígena del Departamento de Estudios Educativos en esa misma universidad. Además, ha sido ponente destacado en más de cien congresos sobre temas aborígenes.

El mito hopi que el doctor Brown versionó arriba es un fragmento de una charla muy difundida y mucho más extensa que dio en 1986, durante el Consejo Indígena Continental de Fairbanks, Alaska (Joel Smith, 2015). En aquella célebre charla, Brown habló de las profecías hopis que, según los Ancianos de muchos pueblos originarios de las Américas, guardan relación con nuestra época.

Brown comentaba en aquella charla que los pueblos originarios de las Américas habían intentado advertir a las naciones del mundo en dos ocasiones de los momentos difíciles que se aproximaban si las cuatro razas del mito hopi no se unían en un único círculo de palabra. La primera vez que lo intentaron fue en la década de 1920, ante la Sociedad de las Naciones, donde no se les escuchó. La segunda vez que lo intentaron fue tras la Segunda Sacudida de la Tierra –correspondiente a la Segunda Guerra Mundial–, en lo que en las profecías habían llamado la Casa de Mica –el actual edificio de las Naciones Unidas en Nueva York, que tiene el aspecto de un edificio de cristal. En esta segunda ocasión, en 1992, sí se les permitió hablar ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, pero no se dio entrada a los pueblos originarios de las Américas en el organismo internacional como naciones de pleno derecho, tal como pedían, para cerrar así el círculo de los cuatro colores del mito hopi.

Finalmente, Brown comentó que habría una Tercera Sacudida de la Tierra no mucho después de que la raza blanca pusiera una «casa en el cielo» –cosa que los Ancianos han asociado con la Estación Espacial Internacional. Tras hablar de esto, Brown dijo:

Y, por tanto, dicen que habrá una Tercera Sacudida de la Tierra. No va a ser bonita de ver, pero sobreviviremos. Sobreviviremos a ella.

Y cuando sobrevivamos, se intentará de nuevo hacer un círculo de seres humanos en la Tierra y, esta vez, los pueblos nativos no tendrán que pedir la entrada, sino que serán invitados a formar parte del círculo porque, según dicen, la actitud hacia nosotros habrá cambiado para entonces, y nos dejarán entrar en el círculo y los cuatro colores de las cuatro direcciones compartirán su sabiduría, y habrá paz en la Tierra. (Brown, 1986)

De algún modo, el mito hopi de los cuatro colores podría formar parte de lo que en esta Colección y en algunos ámbitos académicos hemos denominado los Mitos del Futuro (Cutanda, 2022),[1] y quizás estaría apuntando a la grave crisis medioambiental de la que hablaban otros mitos, como la leyenda cree de los Guerreros del Arcoíris, también en esta Colección.

[1] En esta obra explicábamos la diferencia entre profecías y Mitos del Futuro.

 

Fuentes

  • Blog Talk Radio. (2014, Abril 12). Lee Brown, Cherokee prophecies: 1986 – Continental Indigenous Council in Fairbanks [Audio]. Disponible en https://www.blogtalkradio.com/prophecykeepers/2014/04/12/lee-brown-cherokee-prophecies-1986-continental-indigenous-council-in-fairbanks
  • Brown, L. (1986). North American Indian Prophecies. Bahá’í Library Online. Disponible en https://bahai-library.com/brown_american_indian_prophecies/
  • Cutanda, G. A. (2022). The Earth Stories Collection – Vol. 1: Los Mitos del Futuro. Granada, España: TESC Press.
  • Joel Smith. (2015, March 5). Lee Brown – Native American prophecies 1 & 2 [Video]. YouTube. https://youtu.be/u3mzk__aa-o

 

Texto asociado de la Carta de la Tierra

El camino hacia adelante: Con el objeto de construir una comunidad global sostenible, las naciones del mundo deben renovar su compromiso con las Naciones Unidas, cumplir con sus obligaciones bajo los acuerdos internacionales existentes y apoyar la implementación de los principios de la Carta de la Tierra, por medio de un instrumento internacional legalmente vinculante sobre medio ambiente y desarrollo.

 

Otros fragmentos de la Carta que puede ilustrar

Preámbulo: Para seguir adelante, debemos reconocer que, en medio de la magnífica diversidad de culturas y formas de vida, somos una sola familia humana y una sola comunidad terrestre con un destino común.

Preámbulo: Debemos unirnos para crear una sociedad global sostenible fundada en el respeto hacia la naturaleza, los derechos humanos universales, la justicia económica y una cultura de paz.

Preámbulo: En torno a este fin, es imperativo que nosotros, los pueblos de la Tierra, declaremos nuestra responsabilidad unos hacia otros, hacia la gran comunidad de la vida y hacia las generaciones futuras.

Preámbulo – Los retos venideros: Poseemos el conocimiento y la tecnología necesarios para proveer a todos y para reducir nuestros impactos sobre el medio ambiente.

Preámbulo – Los retos venideros: El surgimiento de una sociedad civil global, está creando nuevas oportunidades para construir un mundo democrático y humanitario.

Preámbulo – Responsabilidad universal: Somos ciudadanos de diferentes naciones y de un solo mundo al mismo tiempo, en donde los ámbitos local y global, se encuentran estrechamente vinculados.