«Es evidente que el auge y la caída de civilizaciones a lo largo de la historia se ha debido en gran medida a la integridad y la convicción de los cánones míticos en los que se basaron, dado que la aspiración es la que motiva, construye y transforma toda civilización. El mito es una organización de símbolos mediante los cuales se evocan y congregan en un punto las energías de la aspiración. El mensaje salta de corazón en corazón a través del cerebro, pero el mensaje no puede pasar allí donde el cerebro no se deja persuadir.»

Joseph Campbell (1991), en The Masks of God: Creative Mythology, p. 5