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El elefante y el colibrí

China

Una vez iba un elefante caminando con paso cansado por un camino en las grandes selvas del sudeste de China cuando, de pronto, vio en mitad de la calzada a un minúsculo colibrí. El brillante pajarillo estaba absolutamente inmóvil, panza arriba y con las patas estiradas en dirección al cielo.

         «¿Se habrá muerto?», pensó el elefante conforme se aproximaba al colibrí.

         Al llegar junto a él, por si acaso aún tuviera algo de vida, le dio un ligero golpecito con la trompa.

         —¡Eh! ¡No me empujes! —reaccionó el colibrí de pronto, abriendo los ojos malhumorado.

         —No sabía si estabas muerto —dijo el elefante, aliviado al ver que el pajarillo estaba bien— Pero, ¿qué haces aquí en mitad del camino? ¿Es que no ves que alguien podría pisarte?

         —Precisamente estoy aquí para que todo el mundo me vea —respondió el colibrí—. He oído decir que el cielo va a caer sobre nuestras cabezas hoy y, si eso ocurriera, yo ya estoy preparado para poner mi parte y ayudar a sostenerlo.

         El elefante se quedó inmóvil, sin reaccionar, durante unos instantes. ¿Habría oído bien lo que había dicho aquel pajarillo o…?

         De pronto, el elefante soltó una estruendosa carcajada que recorrió la jungla, una carcajada como sólo un elefante podría hacer estallar a través del estridente amplificador de su trompa.

         —Pero, ¿acaso te has vuelto loco, pajarillo? —espetó el elefante cuando consiguió controlar un poco su hilaridad— ¿De verdad crees que con esas esmirriadas patitas que tienes vas a poder sostener el cielo?

         Aquello no le gustó al colibrí, que con gesto enojado levantó la cabeza, se volvió hacia el elefante y dijo:

         —Sé perfectamente que no voy a poder sostener el cielo yo solo. Por eso precisamente me he puesto en mitad del camino, a la vista de todos. Porque, así, cada criatura podrá imitarme para hacer lo que esté en su mano… ¡Y esto es lo que está en mi mano!

 

Adaptación de Grian A. Cutanda (2018).

Bajo licencia Creative Commons CC BY-NC-SA.

 

Comentarios

Existen multitud de versiones y adaptaciones de esta fábula china, que algunas sitúan en el Río Amarillo. Hay versiones donde se intercambian los papeles, poniendo al elefante panza arriba, e incluso hay una versión en la que se mezclan elementos de otras historias, como “La periquita valiente” (en esta misma Colección), un relato perteneciente al budismo. Esta adaptación se ha construido tomando como base la adaptación de Norma Livo (2003).

 

Fuentes

  • Livo, N. J. (2003). The hummingbird. In Bringing Out Their Best: Values Education and Character Development Through Traditional Tales, p. 105. Westport, CT: Libraries Unlimited.

 

Texto asociado de la Carta de la Tierra

Preámbulo: Responsabilidad universal.- Todos compartimos una responsabilidad hacia el bienestar presente y futuro de la familia humana y del mundo viviente en su amplitud.

 

Otros fragmentos de la Carta que puede ilustrar

Preámbulo: En torno a este fin, es imperativo que nosotros, los pueblos de la Tierra, declaremos nuestra responsabilidad unos hacia otros, hacia la gran comunidad de la vida y hacia las generaciones futuras.

 

Preámbulo: Responsabilidad universal.- Para llevar a cabo estas aspiraciones, debemos tomar la decisión de vivir de acuerdo con un sentido de responsabilidad universal, identificándonos con toda la comunidad terrestre, al igual que con nuestras comunidades locales.

 

Principio 2b: Afirmar, que a mayor libertad, conocimiento y poder, se presenta una correspondiente responsabilidad por promover el bien común.

 

El camino hacia adelante: El proceso requerirá un cambio de mentalidad y de corazón; requiere también de un nuevo sentido de interdependencia global y responsabilidad universal.