El rey y el miedo

Taoísmo – China

 

Un rey famoso por su coraje y ecuanimidad, perdió casi todo su reino y hasta el último de sus soldados como consecuencia de los violentos ataques y saqueos de las hordas bárbaras. No le quedaban más que dos servidores, y su castillo era el último bastión que impedía a los conquistadores dominar sus territorios y esclavizar las aldeas diezmadas por el continuo acoso. Llegó el día en que se supo que los bárbaros avanzaban hacia las puertas de la ciudad con la intención de poner cerco al palacio. Se cuenta que aquella noche, cuando llegaron las noticias del avance enemigo, se vio el rostro del monarca marcado por la preocupación y la responsabilidad, pero en ningún momento abatido por el miedo.

Al amanecer el rey ordenó a sus servidores que abrieran todas las puertas y ventanas, y acto seguido se instaló en una de las almenas a fin de observar la llegada de los invasores. Inmutable, les vio avanzar hasta la escalinata del palacio. Pero su serenidad perturbó profundamente a los bárbaros, que pensaron que les esperaba una trampa en el interior del palacio. En vez de poner cerco a aquel lugar, el jefe de las hordas bárbaras reunió a sus hombres y tocó la retirada.

El rey dijo entonces a sus servidores:

—No olvidéis nunca que, una misma emoción, el miedo, a ellos les ha llevado a huir atemorizados y a nosotros nos ha motivado a permanecer en nuestro puesto, encontrando una respuesta creativa a tan angustiosa situación.

 

Adaptación de Sī Mă Chéng Zhēn (647-735 e.c.).

Dominio Público.

 

Comentarios

Sī Mă Chéng Zhēn (647-735 e.c.) fue un famoso sacerdote taoísta de la Dinastía Táng. Nacido en una familia de funcionarios del imperio, su inclinación por el Tao le llevó a distanciarse de los asuntos del mundo desde temprana edad.

Fue discípulo del Maestro Pān Shī Zhēng, sacerdote taoísta del Monte Sōng, una de las cinco montañas sagradas del taoísmo, con el que estudió las enseñanzas de la Escuela de la Claridad Suprema (Shān Yù Xiāo Fēng), para terminar llevando una vida de retiro en el Monte Tiān Tái.

Sin embargo, la emperatriz Wŭ Zé Tiān oyó hablar de él y le hizo ir a la capital, Chang’an, donde le pidieron que hiciera uso de las artes mágicas de adivinación Yīn Yáng y que diera consejo en materias de gobierno. Su respuesta de que la «no-acción» (Wú Wéi) debería ser el fundamento de todo gobierno le granjeó el respeto del emperador.

No sería la última vez que sería llamado a la capital, donde finalmente le pedirían que se quedara a vivir, en el Templo de la Plataforma Solar.

El Maestro Sī Mă Chéng Zhēn basó sus enseñanzas en la idea confuciana de la devoción y en las teorías budistas sobre la serenidad mental y la adquisición de sabiduría. Elaboró las teorías taoístas del «Cultivo del Sendero» y la «Consecución de la Inmortalidad», sosteniendo que los seres humanos poseen la cualidad de los Inmortales y que, para lograrla, había que «cultivar el propio aliento del Vacío», «seguir la propia naturaleza» y «permanecer en armonía con el Tao» (Cherng, 2015, p. 52).

 

Fuentes

  • Cheng Zhen Ma (2002). Leyendas de China taoísta. En Sabiduría oriental. Barcelona: Paidós.
  • Cherng, W. J. (2015). Daoist Meditation. Londres: Singing Dragon.
  • Gómez-Arévalo, J. A. (2012). Contributions from Taoist stories to the ecological-spiritual crisis of contemporary mankind. Hallazgos, 9(18), 35-51.

 

Texto asociado de la Carta de la Tierra

Principio 16f: Reconocer que la paz es la integridad creada por relaciones correctas con uno mismo, otras personas, otras culturas, otras formas de vida, la Tierra y con el todo más grande, del cual somos parte.

 

Otros fragmentos de la Carta que puede ilustrar

El camino hacia adelante: Las artes, las ciencias, las religiones, las instituciones educativas, los medios de comunicación, las empresas, las organizaciones no gubernamentales y los gobiernos, están llamados a ofrecer un liderazgo creativo. La alianza entre gobiernos, sociedad civil y empresas, es esencial para la gobernabilidad efectiva.