Las diez mil criaturas del universo

Taoísmo

El señor T’ien, del estado Ch’i, estaba celebrando un banquete ancestral en su salón, al cual habían sido invitadas mil personas. Cuando se sentó entre ellas, muchas vinieron a él con regalos de pesca y de caza. Mirándolas de forma aprobadora, exclamó con unción:

―¡Cuán generoso es Dios Todopoderoso con el hombre! Hace que crezcan los cinco tipos de cereales, y crea a las tribus de los que tienen aletas y los que tienen plumas para nuestro propio beneficio.

Todos los invitados del señor T’ien aplaudieron estos sentimientos, pero el hijo del señor Pao, de doce años, se adelantó y, a pesar de dirigirse a una persona mayor, dijo:

―Está usted equivocado, mi señor. Todas las criaturas vivas del universo se hallan en la misma categoría que nosotros, y no hay ninguna que tenga mayor valor intrínseco que otra. Es sólo por razón del tamaño, la fuerza o el ingenio que algunas especies en particular se imponen a las demás, o que unas cazan a otras. El ser humano captura y se come a aquellas especies que son adecuadas para su alimentación, pero, ¿acaso se puede mantener que Dios las crea expresamente para la alimentación humana? Mosquitos y pulgas le chupan la sangre al ser humano, y tigres y lobos devoran su carne; pero no decimos que Dios creó al hombre expresamente para los mosquitos y las pulgas, ni para proporcionar alimento a tigres y lobos.

 

Relato de Lie Lukou, en el Lieth-Tzu, c. 400 a.e.c.

Dominio Público.

 

Comentarios

El Lieh-tzu o Liezi es uno de los tres grandes libros clásicos taoístas, junto con el Tao Te Ching y el Zhuangzi. Fue inscrito en la librería imperial bajo el título de Tratado de la Perfecta Vacuidad, y en su primer capítulo ya se habla de un reino mítico en el que no existen los gobernantes, todo funciona de forma natural, por sí mismo y el pueblo carece de deseos, constituyendo posiblemente una de las primeras formulaciones de una sociedad anárquica.

Sobre su autor, Lie Yukou, se dice que pudo vivir entre los siglos VI y IV A.E.C., y que era una especie de filósofo-chamán que cabalgaba sobre el viento en sus viajes.

 

Fuentes

  • Lieh Tzu (1912). Taoist Teachings from the Book of Lieh Tzu. (Edición digital de Forgotten Books, 2013). London: John Murray.

 

Texto asociado de la Carta de la Tierra

Principio 1a: Reconocer que todos los seres son interdependientes y que toda forma de vida tiene valor, independientemente de su utilidad para los seres humanos.

 

Otros fragmentos de la Carta que puede ilustrar

El camino hacia adelante: Que el nuestro sea un tiempo que se recuerde por el despertar de una nueva reverencia ante la vida.