Los brahmanes necios
India
Hubo una vez cuatro brahmanes amigos que vivían en una aldea. Tres de ellos eran hombres de gran erudición, que competían por ver quién de ellos tenía más conocimientos y desarrollaba mejores teorías, en tanto que el cuarto era analfabeto, aunque había vivido muchas experiencias en su vida, grandes y pequeñas.
Un día, el rey envió cartas por todo el reino para convocar a todos los eruditos del país a una importante reunión, y los tres eruditos letrados decidieron acudir, aunque eso les supusiera un largo viaje. Pero uno de ellos mostró sus reticencias a que les acompañara el brahmán analfabeto, diciendo:
―Él no es un erudito. No ha leído nada, ni siquiera nuestras escrituras. Sí, tiene algunos conocimientos prácticos, pero eso no le capacita para dar consejo al rey.
Sin embargo, otro de los brahmanes eruditos salió en defensa de su compañero menos dotado.
―¡Hey! ¡Él es también nuestro amigo! ¿Acaso nos lo vamos a dejar aquí en una ocasión como ésta, en la que el rey quizás alabe y recompense nuestro saber?
Sus palabras sonaron suficientemente convincentes, de modo que los otros dos aceptaron finalmente la compañía del cuarto brahmán en el viaje.
Así pues, partieron de su aldea y, por el camino, se encontraron con unos huesos en la cuneta, y decidieron poner a prueba sus conocimientos y teorías.
Uno de ellos tomó los huesos y los recompuso mediante los poderes de un mantra secreto. El segundo le añadió carne, piel y sangre al esqueleto a través de los poderes de otro mantra. Y cuando el tercer brahmán estaba a punto de infundir nueva vida al animal mediante los poderes de otro mantra mágico, el cuarto amigo le dijo:
―¡Detente! Lo que tienes delante de ti es un león. No lo resucites o, de lo contrario, nos devorará a todos.
Pero los otros tres brahmanes se rieron de él y le dijeron que no se preocupara, que ellos sabían muy bien lo que estaban haciendo y que no querían otra cosa que poner a prueba sus ciencias.
Cuando el brahmán analfabeto se dio cuenta de que sus amigos estaban decididos a devolverle la vida al león, se alejó de ellos, buscó un árbol y se subió a las ramas más altas que pudo alcanzar.
El tercer brahmán le infundió nueva vida al león y, en cuanto la fiera recobró su ser, sintiendo hambre, devoró a los tres brahmanes necios.
Cuando el animal se fue, el cuarto brahmán descendió del árbol y volvió entristecido a su pueblo.
Adaptación de Grian A. Cutanda (2019).
Bajo licencia Creative Commons CC BY-NC-SA. 
Comentarios
Es éste un buen relato para ilustrar el problema que presenta el paradigma científico newtoniano-cartesiano al encumbrar la razón y la búsqueda de la verdad científica por sí misma sin tener en consideración los aspectos afectivos, éticos y estéticos. Una de las consecuencias de este grave error fue el del desarrollo de la bomba atómica, algo que, de haberse asumido plenamente el nuevo paradigma sistémico-complejo, no habría ocurrido. En este relato, los brahmanes necios serían una metáfora de los científicos que trabajan en desarrollos armamentísticos, en desarrollos de manipulación genética de dudosas motivaciones y consecuencias, o en avances tecnológicos orientados al beneficio del gran capital sin tener en cuenta el bien común, el bien de la mayoría de la gente.
Fuentes
- Dholakia, P. (2009). The lion and the foolish Brahmins. Growth Mirror. Recuperado de: http://www.growthmirror.com/Stories/The%20lion%20and%20the%20foolish%20Brahmins.pdf.
Texto asociado de la Carta de la Tierra
Principio 16d: Eliminar las armas nucleares, biológicas y tóxicas y otras armas de destrucción masiva.
Otros fragmentos de la Carta que puede ilustrar
Principio 6a: Tomar medidas para evitar la posibilidad de daños ambientales graves o irreversibles, aun cuando el conocimiento científico sea incompleto o inconcluso.
Principio 6b: Imponer las pruebas respectivas y hacer que las partes responsables asuman las consecuencias de reparar el daño ambiental, principalmente para quienes argumenten que una actividad propuesta no causará ningún daño significativo.